Fragmento del Tema:
La estancia en el
“Paraíso de los
Sueños”
Libro "Volando en Solitario"
Todo el que emigra se enfrenta a un desarraigo duro
casi irresistible; por ello se paga un alto precio. El tomar este tipo
de decisiones tan cruciales marca la vida de cualquier ser humano. Se empieza a
vivir un duelo largo y permanente donde
hay que lidiar con separaciones y pérdidas.
Esto hace que se busque la adaptación en el
nuevo entorno para recuperar la propia identidad. El ser humano
busca recomponer el camino tratando de acomodarse a los nuevos cambios, nuevos
empleos, un nuevo proyecto de vida que implica nuevas relaciones, nuevos
contactos; prácticamente un cambio total en un horizonte desconocido e
incierto.
Todo parece ser fácil, pero se vuelve muy
complejo más aún cuando se cree que todo lo que se conserva y se ha aprendido
en años anteriores puedes aplicarlo en tu nuevo habitad, sin embargo,
encuentras que todo lo que ya habías
fabricado en tu lugar de origen donde tuviste seguridad emocional y
respetabilidad, no te sirven en los más mínimo porque te tropiezas con
nuevas costumbres con diferentes procesos, un sin números de barreras que imposibilitan
tu desarrollo personal y sientes que pierdes un poco la coherencia de lo que se
está viviendo; es entonces cuando empiezas a hacerte cuantiosas
preguntas.
¿Qué hago aquí? ¿qué voy a lograr aquí? ¿qué espero y deseo
para mí en este lugar?
Los procesos de adaptación y de integración al
nuevo sistema se vuelven complicado casi dificultosos. La competitividad en el
nuevo espacio implica un desfavorable rendimiento. En muchos casos hay personas
que pueden asimilarlo con más tolerancia que otras. Existen personas que
necesitan mucho más tiempo y otras nunca llegan a ajustarse. La
separación con sus seres queridos, los sentimientos de soledad, y desesperanza
juegan un factor importante, y la lucha constante por la supervivencia en un
entorno totalmente desconocido y muchas veces hostil se torna una gran
pesadilla.
Todo el que emigra se enfrenta a un desarraigo duro
casi irresistible; por ello se paga un alto precio. El tomar este tipo
de decisiones tan cruciales marca la vida de cualquier ser humano. Se empieza a
vivir un duelo largo y permanente donde
hay que lidiar con separaciones y pérdidas.
Esto hace que se busque la adaptación en el
nuevo entorno para recuperar la propia identidad. El ser humano
busca recomponer el camino tratando de acomodarse a los nuevos cambios, nuevos
empleos, un nuevo proyecto de vida que implica nuevas relaciones, nuevos
contactos; prácticamente un cambio total en un horizonte desconocido e
incierto.
Todo parece ser fácil, pero se vuelve muy
complejo más aún cuando se cree que todo lo que se conserva y se ha aprendido
en años anteriores puedes aplicarlo en tu nuevo habitad, sin embargo,
encuentras que todo lo que ya habías
fabricado en tu lugar de origen donde tuviste seguridad emocional y
respetabilidad, no te sirven en los más mínimo porque te tropiezas con
nuevas costumbres con diferentes procesos, un sin números de barreras que imposibilitan
tu desarrollo personal y sientes que pierdes un poco la coherencia de lo que se
está viviendo; es entonces cuando empiezas a hacerte cuantiosas
preguntas.
¿Qué hago aquí? ¿qué voy a lograr aquí? ¿qué espero y deseo
para mí en este lugar?
Los procesos de adaptación y de integración al
nuevo sistema se vuelven complicado casi dificultosos. La competitividad en el
nuevo espacio implica un desfavorable rendimiento. En muchos casos hay personas
que pueden asimilarlo con más tolerancia que otras. Existen personas que
necesitan mucho más tiempo y otras nunca llegan a ajustarse. La
separación con sus seres queridos, los sentimientos de soledad, y desesperanza
juegan un factor importante, y la lucha constante por la supervivencia en un
entorno totalmente desconocido y muchas veces hostil se torna una gran
pesadilla.
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