Desde muy temprana edad los padres preparan a sus hijos para ser los primeros en la escuela, el mejor alumno, el que ocupe el primer puesto entre sus compañeros de estudios. Luego cuando transcurre el tiempo viene la etapa del Colegio y de la Universidad y se arrastra un sinnúmero de reglas y procedimientos que se han considerado importantes.
Normalmente se le suele decir, no olvides ser el mejor entre tus compañeros y sacar buenas calificaciones; si es deportista, regularmente el deseo más grande del padre es querer que llegue a la cima y obviamente que gane la Medalla de Oro, pero es esto lo más recomendable para un hijo?
Debido a presiones familiares, muchas veces se comete el gran error de escogerle la carrera a su hijo, el padre se cree con ese derecho, porque considera que la carrera escogida, será la que le rendirá frutos en el futuro y que por tal motivo llegará a ser un individuo exitoso. Con esto el padre se siente complacido, pero no sería mejor dejar que el joven decida lo que desea estudiar y que el escoja la carrera con la cual él se sienta identificado? Se ha preguntado el padre en qué radica el éxito en realidad? Posiblemente sea pedirle a su hijo que acumule, calificaciones, medallas, certificados y diplomas que en algunos casos posiblemente quedarán guardados en un cajón o colgados para ser empolvados por el tiempo.
No se debe distorsionar el verdadero significado del “éxito”, depende de una serie de factores y de circunstancias, no sólo significa obtener un buen rendimiento a nivel profesional o académico, el éxito es la consecución de un objetivo ya sea pequeño o grande.
Lograr el éxito es también ayudarlos a que construyan bases sólidas e importantes para poder enfrentar la vida, esto les ayudará a tener un buen desarrollo en la sociedad.
Considero que además de preparar a nuestros hijos para que triunfen académica y profesionalmente, se les debe proporcionar también las herramientas necesarias para que desarrollen su inteligencia emocional y su autoestima, para que tengan una buena integración en la sociedad, para que logren una buena convivencia, para que no vivan bajo la sumisión de nadie, para que siempre aporten un comportamiento de respeto hacia la humanidad, para que convivan una relación de pareja saludable, para que cuando sean padres aporten bases importantes y sólidas a sus hijos, para que vivan siempre respetando la libertad, los más esenciales derechos y valores vitales de la vida, como la nobleza, respeto, grandeza y solidaridad.
Considero que además de preparar a nuestros hijos para que triunfen académica y profesionalmente, se les debe proporcionar también las herramientas necesarias para que desarrollen su inteligencia emocional y su autoestima, para que tengan una buena integración en la sociedad, para que logren una buena convivencia, para que no vivan bajo la sumisión de nadie, para que siempre aporten un comportamiento de respeto hacia la humanidad, para que convivan una relación de pareja saludable, para que cuando sean padres aporten bases importantes y sólidas a sus hijos, para que vivan siempre respetando la libertad, los más esenciales derechos y valores vitales de la vida, como la nobleza, respeto, grandeza y solidaridad.
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