lunes, 25 de enero de 2021

La salud: el verdadero sentido de la vida - Orlanda Torres



Uno no reconoce el verdadero valor de la salud hasta que la siente amenazada. Sólo cuando estamos enfermos empezamos a darle el verdadero sentido a la vida y aprendemos a valorarla.

Ante una salud quebrantada quedan atrás los grandes reconocimientos, las riquezas, los logros obtenidos y todo lo que nos ha producido orgullo.

Es ahí cuando nos damos cuenta de que si bien es cierto el dinero ayuda mucho a sentirnos desahogados y despejados en la vida, también se convierte en ese momento en un elemento que pierde valor ante un suceso inevitable e irreversible.

Cuando se está postrado en una cama de hospital, el dinero no tiene tanta relevancia, porque nada de lo que pudimos haber acumulado podrá recuperar a una persona que solo le queda poco tiempo de vida.

Debemos preservar la salud como un gran tesoro, únicamente cuando estamos frente a esta amenaza descubrimos que no somos nada si carecemos de ella.

Todo pierde sentido en la vida cuando estamos imposibilitados y desconocemos si en algún momento vamos a poder levantarnos. ¿Me pregunto por qué existen personas que juegan con la vida o con su propia salud, sin darse cuenta del inmenso valor que tiene?

Mientras se tenga salud se pueden perseguir los sueños y tus objetivos de vida, valórate y dedica más tiempo en cuidar tu cuerpo.

Muchos de nosotros en algún momento nos hemos visto amenazados, quebrados, débiles y es ahí donde hemos aprendido a apreciar las simplicidades y a  reconocer que cada mañana es un regalo divino donde debemos reencontramos con Dios y darle las gracias por un nuevo día y un nuevo comienzo.

Recuerda que del trato que te des dependerá tu salud. No acumules nada que perturbe o desestabilice tu centro. Haz feliz a los que comparten tu entorno, sin el amor de los seres que te rodean, no se puede percibir la paz.

 

En cada amanecer debemos prometernos ser felices y olvidar los actos negativos, dejar los odios, las guerras que separan familias, que producen muertes innecesarias, disconformidad, separaciones y pérdidas irrecuperables.

Preserva la salud, cuídala, abrázala, nadie sabe exactamente cuándo será el último día. Mientras tengas el privilegio de estar saludable podrás tener la dicha de amar, ser amado, de crear, de soñar, de construir, de respirar eso ya es un privilegio que no tiene precio y el único recuerdo grato que te podrás llevar.

Manteniéndose saludable, es como se le encuentra el verdadero significado a la vida.

La salud es la semilla más importante que permitirá que germinen las mejores oportunidades en tu vida. ¡Cuídala es tu mayor riqueza!

 


 

lunes, 18 de enero de 2021

El apego es un vínculo obsesivo - Orlanda Torres




Hay que diferenciar los tipos de apegos. Cabe señalar que existen apegos necesarios como el vínculo afectivo del bebe con su madre en los primeros años de vida.

Aquí abordaré sobre el apego innecesario y perjudicial para el ser humano.

Cuando renunciamos a los apegos al principio suele tornarse difícil. Dejar ese estado de confort, pero a la misma vez de infelicidad nos produce inseguridad y descontento.

¿Cómo dejar lo seguro por algo desconocido? En realidad, suele ser una decisión dificultosa, pero que después de realizada, la podemos visualizar como la mejor decisión tomada en nuestra vida.

El apego puede llevarnos a vivir una vida de infelicidad por largo tiempo, esa dificultad que nos creamos, cuando no podemos abandonar lo que nos lastima, nos sumerge y nos imposibilita alcanzar las metas que realmente deseamos.

Muchas veces seguir ligado a ese apego tan doloroso nos destina a estar girando en un mismo punto sin oportunidad de crecimiento.

Hay que reconocer que cuando se tiene miedo e inseguridad, las personas crean un vínculo de dependencia anormal por el temor a sufrir o fracasar. Esto puede afectar la estabilidad emocional, porque se puede llegar a tener un comportamiento disfuncional.

Existe el apego enfermizo, aquel que nos hace dependiente o adictos, podríamos mencionar a los aparatos inteligentes, no podemos vivir sin ellos. Nos convertimos en esclavos del sonido de estos aparatos que controlan nuestra vida y perjudican a la misma vez nuestros afectos.

Otro mucho más delicado es el apego de pareja, cuando no damos libertad a la persona escogida y creamos patrones dañinos, esto hace que se produzca una dependencia muchas veces insana.

Todo vínculo afectivo controlador y dependiente terminará rompiéndose, porque el apego lastima y daña esa relación de codependencia, donde sus lazos afectivos están siendo prácticamente violentados y distorsionados.

Cuando practicamos el desapego damos luz a la relación, somos seres autónomos, cada uno debe vivir su propia libertad, si amas verdaderamente a la otra persona debes dejarla ser libre, para que esa persona se auto realice y viva en plenitud. El apego no hace más que sofocar una relación hasta enfermarla.

El apego es pobreza espiritual, cuando nos sentimos seguro en lo conocido, aunque nos lastime, nos volvemos prisionero de un acondicionamiento que está lacerando nuestro ser día a día hasta que nos convierte en seres verdaderamente mustios. No evolucionamos, no crecemos y nos sumergimos al punto que puede deteriorar nuestro ser.

Cuando le damos paso a lo desconocido estamos creando un mundo nuevo, donde podemos descubrir nuestras verdaderas potencialidades, si no nos lazamos a lo nuevo, nos convertimos en victimas de nuestros propios temores y arrastraremos un pasado que no nos dejara avanzar.

Si nos desligamos del apego y damos paso al desapego nos convertimos en seres más felices porque lo desconocido, aunque trae incertidumbre lleva también un poco de felicidad y magia hacia un horizonte nuevo lleno de posibilidades y eso nos motiva a vivir.

Para conseguir nuestros objetivos,  no es necesario continuar el mismo camino, podemos cambiarlo en cualquier momento, lo importante es que nos lleve a la meta a pesar de que tengamos que transitar un trayecto desconocido.

Recordemos que mientras más nos apegamos a las cosas más infelicidad nos puede producir, es necesario despojarse de todo aquello que nos ate. Todos merecemos alcanzar la libertad y en la libertad se encuentra la verdadera plenitud de la vida.