viernes, 17 de abril de 2015

REFLEXION


Recuerda que las palabras tienen un inmenso poder, una vez lanzadas, podrán llevarte a alcanzar el éxito, pero también pueden llevarte a alcanzar  tu propio infortunio.
No seas víctima de tus acciones, mide tus palabras y todo lo que realices en la vida, recuerda que  lo que se hace o se dice,  nos ayudará a construir  un  futuro  próspero o puede ser un futuro oscuro.
Se responsable de  todo lo que digas o hagas  hacia los demás, recuerda que toda acción tiene una reacción, y  según como hayas obrado en la vida,  cosecharás.
No olvides que puedes convertirte en víctima de tus propias acciones y   que muchas veces querer  enmendarlas puede ser demasiado tarde.
Aprende a ser consecuente y fiel con tus ideas y procedimientos, pero siempre obrando honestamente  en la vida.


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