sábado, 27 de mayo de 2017

REFLEXION - Orlanda Torres



“Puedes tener fe, pero si no haces obras, tu fe está muerta.” -Papa Francisco

Por eso tratemos de darle protección a los descalzos, hambrientos y desamparados de amor y de sed, a los olvidados y desprotegidos que deambulan por las calles sin ninguna esperanza. Aquellos ancianos que quedaron postergados por sus verdaderos lazos familiares, solo estas personas están conscientes de su realidad y de sus verdaderas angustias, que los golpea cada día, y a pesar de que muchos familiares no suelen recordarlos, ellos solo se conforman esperando una mano que les de seguridad para levantarse, una migaja que apacigüe su hambre y un vaso con agua que calme su sed. Mientras el olvidado sólo espera sereno el llamado hacia el eterno descanso que lo liberará por fin del sufrimiento y del abandono absoluto.

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