lunes, 16 de septiembre de 2019

Encontrar un punto medio - Orlanda Torres




En la actualidad la sociedad tiende a exigirnos mucho más de lo necesario, muchas personas se proponen metas que muchas veces se consideran innecesarias o que simplemente no pueden cumplirlas y eso les ocasiona a nivel emocional mucha inestabilidad y frustración, debido a la gran carga emocional que los está amenazando.
En ocasiones pueden llegar a cumplirlas, como llegar a tener el físico perfecto, el trabajo ideal, el carro del año, la casa de ensueños, el viaje añorado.
Vivimos en un mundo de competitividad, convirtiéndonos en objetos dejando atrás al sujeto, “vale el que más tiene”, el que más puede ostentar.
El ser humano aprende a cosificarse y a darse valor por lo que tiene o aparenta, cree que así será respetado y valorado en el medio en el que se desenvuelve.
Esto no hace más que producirle una gran carga de ansiedad al hombre, es ahí donde aparece la frustración, porque se auto exige demasiado, baja su coeficiente, se pone ansioso, muchas veces al borde de sentirse tan presionado que puede llegar a la depresión.
El deseo de llegar a tener de forma compulsiva puede ocasionarle al individuo un estado de estrés desmedido y en ese camino pierde su bienestar, y cuando ya obtiene lo deseado, poco lo puede disfrutar porque ha perdido lo más valioso, la salud para disfrutarlo.
Es bueno llegar a tener lo que se anhela en la vida, el deseo de querer poseer cosas materiales puede ser justificado, pero no de manera desmedida, peor aun cuando se pone en juego la salud física y emocional del sujeto.
Llegar a resignarse y a no tener el más mínimo deseo por nada, también puede ser nocivo, porque significa que se ha llegado a un descontrolado conformismo.
El ser humano no puede llegar a los extremos siempre debe existir un punto medio, es necesario pensar en ser mejor, pero no el mejor de todos.
Cabe recalcar que hay que tener metas concretas en la vida, pero no por esas metas llegar a destruirse, se debe ser flexible con uno mismo, sin necesidad de exigirse desmedidamente.
El sujeto no debe convertirse en un robot, recordemos que a veces se puede, pero otras veces no, es necesario evitar que el individuo se convierta en un ser descontento con su propio “yo”.
Pienso que debemos disfrutar las cosas que hacemos, hacer lo que se puede, no auto imponernos más de lo que nuestro cuerpo merece.
El tren de vida actualmente nos exige demasiado y está mutilando la esencia del ser humano.
Muchos de nosotros no vivimos, solo existimos y vemos que la vida se pasa sin poderla disfrutar.
Recordemos que la vida es demasiado frágil y podemos irnos sin haberla verdaderamente apreciado y valorado.
Siempre he escrito y considero que la felicidad es una elección, es un compromiso y una obligación. Depende de cada ser humano como desee vivir.
No apresuremos los tiempos, disfrutemos el camino, sin presionar los instantes, porque eso alimenta el miedo hacia lo desconocido y nos produce temor e inestabilidad.

domingo, 8 de septiembre de 2019

Pensamiento - "Volando en Solitario"



De todo acontecimiento adverso, aprendemos a reconocer los verdaderos valores de vida.
Muchas veces los eventos naturales que dejan muerte en su transitar, nos dejan una experiencia que nos enriquece, porque aprendemos a reconocer que somos verdaderamente frágiles y vulnerables ante los eventos naturales de los cuales no podemos tener control.
Valoremos todo lo que la vida nos regala por más simple que sea, porque cuando carecemos de esas simplicidades nos damos cuenta de la gran importancia que tienen en la vida.
Por eso es necesario que disfrutemos a los seres queridos mientras los tenemos, porque es una experiencia enriquecedora y de gran valor espiritual.
Ayudemos al desprotegido, ayudemos más a la humanidad, tratemos de vivir unidos para vivir en armonía, rescatemos nuestros valores, para poder transitar serenamente nuestro camino, teniendo la conciencia tranquila sabiendo de que estamos proporcionando protección y apoyo.