Mientras los años van pasando reflexiono con más madurez y lo que antes consideraba importante ahora resta de la misma.
Vivir y hacer lo que me apasiona se ha convertido en mi prioridad, aunque solo sea una simplicidad.
Antes me atribulaba todo lo que hoy carece de sentido, a mis años sólo espero sin preguntarme nada.
Ya no encuentro sentido el cuestionarme, para qué provocarme más sobrecarga emocional.
¿Por qué perder el tiempo en cosas innecesarias?
¿Por qué buscar respuestas donde no podré encontrarlas?
Decidí no desgastarme en lo que ya no puedo transformar.
Ahora soy más selecta. Acaricio y valoro más mi tiempo, porque considero que el tiempo que me queda debo vivirlo con mesura, transparencia y calidez.
Vivo sin precipitar sucesos, le doy el verdadero valor a la vida, simplificándola con hechos insignificantes que le den sentido a mi realidad. Es lo que hoy considero imperioso y esencial, así podré respirar serena con más madurez y paz.
Por eso hoy quiero caminar con la certeza de que voy a llegar. Luchar convencida de que voy a vencer los obstáculos que tenga que enfrentar.
Quiero vivir libre, sin miedos el camino que aún considero impreciso y emanciparme de mis temores ocultos para cumplir con mis verdaderos afanes.
Revelando la experiencia que adquirí con mis verdaderos fracasos.
Hoy quiero poder materializar mis deseos, para que “por fin” algún día, pueda besar la esperanza.
Hoy quiero...
