miércoles, 28 de octubre de 2020

El apego puede ocasionarnos infelicidad - Orlanda Torres


 

Hay que diferenciar los tipos de apegos. Cabe señalar que existen apegos necesarios como el vínculo afectivo del bebe con su madre en los primeros años de vida.

Aquí abordaré sobre el apego innecesario y perjudicial para el ser humano.

Cuando renunciamos a los apegos al principio suele tornarse difícil. Dejar ese estado de confort, pero a la misma vez de infelicidad nos produce inseguridad y descontento.

¿Cómo dejar lo seguro por algo desconocido? En realidad, suele ser una decisión dificultosa, pero que después de realizada, la podemos visualizar como la mejor decisión tomada en nuestra vida.

El apego puede llevarnos a vivir una vida de infelicidad por largo tiempo, esa dificultad que nos creamos, cuando no podemos abandonar lo que nos lastima, nos sumerge y nos imposibilita alcanzar las metas que realmente deseamos.

Muchas veces seguir ligado a ese apego tan doloroso nos destina a estar girando en un mismo punto sin oportunidad de crecimiento.

Hay que reconocer que cuando se tiene miedo e inseguridad, las personas crean un vínculo de dependencia anormal por el temor a sufrir o fracasar. Esto puede afectar la estabilidad emocional, porque se puede llegar a tener un comportamiento disfuncional.

Existe el apego enfermizo, aquel que nos hace dependiente o adictos, podríamos mencionar a los aparatos inteligentes, no podemos vivir sin ellos. Nos convertimos en esclavos del sonido de estos aparatos que controlan nuestra vida y perjudican a la misma vez nuestros afectos.

Otro mucho más delicado es el apego de pareja, cuando no damos libertad a la persona escogida y creamos patrones dañinos, esto hace que se produzca una dependencia muchas veces insana.

Todo vínculo afectivo controlador y dependiente terminará rompiéndose, porque el apego lastima y daña esa relación de codependencia, donde sus lazos afectivos están siendo prácticamente violentados y distorsionados.

Cuando practicamos el desapego damos luz a la relación, somos seres autónomos, cada uno debe vivir su propia libertad, si amas verdaderamente a la otra persona debes dejarla ser libre, para que esa persona se auto realice y viva en plenitud. El apego no hace más que sofocar una relación hasta enfermarla.

El apego es pobreza espiritual, cuando nos sentimos seguro en lo conocido, aunque nos lastime, nos volvemos prisionero de un acondicionamiento que está lacerando nuestro ser día a día hasta que nos convierte en seres verdaderamente mustios. No evolucionamos, no crecemos y nos sumergimos al punto que puede deteriorar nuestro ser.

Cuando le damos paso a lo desconocido estamos creando un mundo nuevo, donde podemos descubrir nuestras verdaderas potencialidades, si no nos lazamos a lo nuevo, nos convertimos en victimas de nuestros propios temores y arrastraremos un pasado que no nos dejara avanzar.

Si nos desligamos del apego y damos paso al desapego nos convertimos en seres más felices porque lo desconocido, aunque trae incertidumbre lleva también un poco de felicidad y magia hacia un horizonte nuevo lleno de posibilidades y eso nos motiva a vivir.

Para conseguir nuestros objetivos,  no es necesario continuar el mismo camino, podemos cambiarlo en cualquier momento, lo importante es que nos lleve a la meta a pesar de que tengamos que transitar un trayecto desconocido.

Recordemos que mientras más nos apegamos a las cosas más infelicidad nos puede producir, es necesario despojarse de todo aquello que nos ate. Todos merecemos alcanzar la libertad y en la libertad se encuentra la verdadera plenitud de la vida.

 

 

martes, 20 de octubre de 2020

REFLEXION - Orlanda Torres


 

La vida no empieza desde la niñez, adolescencia o a los 40 como muchos decimos, especialmente las mujeres.

En realidad, la vida empieza desde el primer momento que hemos sido gestados.

Muchos consideran que el infortunio de la vida es la muerte, pero si hacemos un análisis profundo, veremos que existen muchas personas vivas que mueren lentamente cada día.

Agradécele a la vida cada día, por la dicha de poder despertar cada mañana, asómbrate porque estas vivo y vívela agradecido para que ella y Dios te regale más días llenos de calidad.

Camina siempre seguro y con optimismo porque las mejores oportunidades muchas veces nacen de las adversidades y no se repiten.

Nada que sucede en tu vida ocurre dos veces, por eso debes vivir el presente intensamente, no adelantes sucesos, ni apresures el mañana, porque vivirás infeliz.

Deja siempre fluir la vida, transfórmate en un ser que siempre sea portador de luz, para que puedas vivir en plenitud.

La vida siempre tendrá sentido y ese se lo darás tú.

Vive el hoy, él ahora, es todo lo que tienes de manera objetiva y concreta.

Camina seguro no arrastres temores y proponte vencer los impedimentos que se presenten, para que logres superar tus objetivos trazados.

Actualmente estamos viviendo un gran vacío espiritual, es necesario que vivas en paz contigo mismo y con las otras personas, para que lleves una vida plena y satisfactoria. Piensa que cuando llevamos una vida feliz, podemos hacer felices a los seres que comparten nuestro cotidiano.

Haz el bien no porque los demás lo digan, sino porque sabemos que es lo correcto.

 

 


martes, 6 de octubre de 2020

LAS CRISIS NOS AYUDAN A FORTALECERNOS - Orlanda Torres


 

La mayoría de las crisis tienen connotaciones negativas e implica que tengamos que vivir un periodo difícil en nuestra vida. Conocemos que las crisis son aquellas que en ocasiones surgen de forma inesperada de manera repentina y nos obligan a tomar decisiones inmediatas que muchas veces se hacen difíciles de tomar.

Y existen las crisis circunstanciales que son aquellas originadas por un hecho que las precipita como un divorcio, muerte, enfermedad desastre natural etc.

 Algunas pueden durar periodos cortos, otras pueden durar largo tiempo que nos impiden seguir con nuestras habituales acciones diarias. Las más duras pueden lacerarnos, dejándonos huellas y en algunas ocasiones cicatrices que hacen que todo nuestro ser se movilice y cambiemos nuestra actitud y procedimientos, haciéndonos seres más fuertes. Este evento hace que nos saquemos la capa externa y construyamos una nueva para protegernos. Este estremezón hace que te adaptes y aceptes muchas cosas que antes no las considerabas importantes en tu vida. Pasas a otro nivel.

Las crisis son pruebas que nos hacen sentir que estamos desamparados, desprotegidos, huérfanos y fragmentados. Es ahí donde empiezas a redescubrir formas y estrategias para rescatar tu “yo”. 

Entonces empiezas a movilizarte para hacer cambios y reinsertarte nuevamente en el engranaje de la vida y en algunos casos tener que aceptarte como una nueva persona, debido a las alteraciones sufridas por la crisis que dejó huellas en tu ser.

Una crisis puede romper ilusiones, sueños y hacer que tu vida de un giro sorprendente, pero lo más interesante de todo esto, es cómo vamos canalizando, aceptando y adecuándonos ante estos acontecimientos abruptos.

Es un reto más de la vida que nos pone a prueba y nos obliga a adaptarnos al nuevo escenario donde nos tocará vivir.

En muchos casos empezamos asumir mejor los hechos y tenemos una percepción más clara de la vida y aceptamos que nada es estático, que la vida es cambio constante y que, aunque no todos estamos preparados para sucesos inesperados, debemos estar atentos y saber que mientras estemos vivos, la vida puede sorprendernos en cualquier momento y debemos encarar los sucesos de la mejor forma para poder convertirnos en mejores seres humanos.

domingo, 4 de octubre de 2020

EL APEGO - Orlanda Torres


El apego es pobreza espiritual, cuando nos sentimos seguro en lo conocido, aunque nos lastime, nos volvemos prisionero de un acondicionamiento que está lacerando nuestro ser día a día, hasta que nos convierte en seres verdaderamente dependientes.

 No evolucionamos, no crecemos y nos sumergimos al punto de que puede deteriorar nuestro ser.

 Cuando le damos paso a lo desconocido estamos creando un mundo nuevo, donde podemos descubrir nuestras verdaderas potencialidades.

 Si tenemos temor de vivir algo nuevo, nos convertimos en víctimas de nuestros propios temores y arrastraremos un pasado que no nos dejará avanzar.

Si nos desligamos del apego nos convertimos en seres más libres, porque lo desconocido, aunque trae incertidumbre lleva también un poco de felicidad y magia hacia un horizonte nuevo lleno de posibilidades y eso nos motiva a vivir.

 Para conseguir nuestros objetivos, no es necesario continuar el mismo camino, podemos cambiarlo en cualquier momento, lo importante es que nos lleve a la meta a pesar de que tengamos que transitar un trayecto extraño para nosotros.

 Recordemos que mientras más nos apegamos a las cosas más infelicidad nos puede producir.

 Es necesario despojarse de todo aquello que nos ate. Todos merecemos alcanzar la libertad y en la libertad se encuentra la verdadera esencia de la vida.