Se llama adicción al trabajo cuando
una persona dedica la mayor parte de su
tiempo en el centro laboral, dejando así
a un lado lo que también debe jugar un papel importante en todo ser humano,
como es el compartir con la familia, con amistades, tener vida social, viajes,
entre otras actividades. Esa dedicación
desmedida de tiempo puede producir un impacto muy fuerte a nivel personal y
familiar.
Existen varios factores que hacen que
el individuo deposite toda su atención al
trabajo como por ejemplo: la situación económica, temor a ser despedido,
la excesiva necesidad de ser reconocido
y admirado en su centro laboral, el no tener la suficiente decisión para
negarle al jefe sus peticiones, falta de afectos a nivel familiar y posible desajustes en el hogar, deseo de poder, éxito y reconocimiento, no sabe establecer prioridades, también
podría ser una conducta aprendida porque tuvo un padre que llevo el mismo
patrón.
Cuando se produce este fenómeno se
está produciendo un desajuste emocional
en el individuo, que puede llevarlo a la patología, normalmente estas
personas son perfeccionistas y hacen de su centro de trabajo el lugar donde se
refugian convirtiéndolo en el único espacio donde ellos pueden esta en
confort. Muchos de ellos llegan a su
casa y continúan trabajando ya sea en la computadora o atendiendo
llamadas, provocando con esto que nunca
se desvinculen del entorno laboral.
Estos individuos llamados adictos al
trabajo, presentan los siguientes síntomas como: mal humor, agotamiento,
irritabilidad, insomnio, pérdida de
bienestar, aislamiento, pérdida de
memoria, impaciencia, baja autoestima, descuidan su salud, mala relación
con las personas y con los miembros de su familia y todos estos síntomas
desembocan que tarde o temprano estas
personas se vean afectados física y emocionalmente por enfermedades muchas
veces irreversibles.
Normalmente los que son adictos al
trabajo son personas obsesivas compulsivas que se desconectan de su medio
familiar y se sienten descontentas si se
encuentran fuera del centro laboral.
Existen también aquellos trabajadores
excesivos que luego de una larga jornada
de trabajo se refugian en el alcohol o haciendo drogas buscando una vía de
desahogo ante la gran carga laboral del cual están siendo sometidos.
Normalmente niegan su estado, no
suelen reconocerlo, son como los drogadictos o alcohólicos, la única manera que
la persona pueda ser tratada de esta condición es dándose cuenta que se ha
convertido en un dependiente de esta situación y que se está haciendo daño.
Esta persona debe reconocer que el
exceso de trabajo es una adicción y que tarde o temprano podrá producirse un
desenlace muy lamentable en su vida.
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