miércoles, 21 de enero de 2015

Qué significa el éxito y cómo preparar a nuestros hijos para lograrlo?


Desde muy temprana edad los padres preparan a sus hijos para ser los primeros en la escuela, el mejor alumno, el que ocupe el primer puesto entre sus compañeros de estudios. Luego cuando transcurre el tiempo viene la etapa del Colegio y de la Universidad y se arrastra un sinnúmero  de reglas y procedimientos que se han considerado importantes.

Normalmente se le suele decir, no olvides ser el mejor entre tus compañeros y sacar buenas calificaciones; si es deportista,  regularmente el deseo más grande del padre  es querer que llegue a la cima  y obviamente que gane  la medalla de Oro, pero es esto lo más recomendable para un hijo?.  

Debido a presiones familiares, muchas veces se comete el gran error de escogerle la carrera a su  hijo, el padre  se cree con ese derecho,  porque considera que la  especialidad escogida,  será la que le rendirá  frutos en el  futuro y que por tal motivo llegará a ser un individuo exitoso. Con esto el padre se siente complacido, pero no sería mejor dejar que el joven decida lo que desea estudiar y que  el escoja  la carrera con la cual él se sienta identificado? Se ha preguntado el padre en que radica el éxito en realidad?
Posiblemente sea   pedirle a su hijo que  acumule, calificaciones, medallas, certificados y diplomas   que en algunos casos posiblemente  quedarán guardados en un cajón o colgados  para ser empolvados por el tiempo?

No se debe distorsionar el verdadero significado del “éxito”, creo que el  éxito tiene un concepto relativo, depende de una serie de factores y de circunstancias, no sólo significa obtener un buen rendimiento a  nivel profesional o  académico,  el éxito  es  la consecución de un objetivo ya sea pequeño o grande.

Lograr el éxito es también  ayudarlos a que construyan bases sólidas  e importantes para poder enfrentar la vida, esto les ayudará a tener un buen desarrollo en la sociedad.
Considero  que  además de preparar a nuestros hijos  para que triunfen académica y profesionalmente, se les debe proporcionar  también las herramientas necesarias  para que desarrollen su  inteligencia  emocional y su  autoestima,  para que tengan una buena integración en la sociedad, para que logren una buena convivencia, para que no vivan bajo la sumisión de nadie, para que siempre aporten un comportamiento de respeto hacia la humanidad,  para que convivan una relación de pareja saludable, para que cuando sean padres aporten bases importantes y sólidas  a sus hijos, para que vivan siempre respetando la libertad, los más esenciales derechos y valores vitales de la vida,  como la nobleza, respeto,   grandeza y solidaridad.

Hay que hablarles de  los fracasos, de las decepciones, separaciones, duelos, prepararlos y formarlos para las adversidades, para que ellos  puedan encontrar las soluciones a sus conflictos, para que logren ser autosuficientes a nivel emocional   y así puedan  lidiar con los momentos  de  tristeza y soledad, para que  puedan encontrar resoluciones a  los problemas que obstaculicen su camino y crecimiento, porque la  felicidad es un compromiso individual, a veces difícil de atrapar y en ocasiones se torna   resbaladiza y frágil. 

No debemos de apartarlos de los avatares, debemos hacerle conciencia que hay que fortalecerse,  porque la vida es lucha constante y  de no darse por vencido ante los sucesos adversos,  porque el recorrido muchas veces está  lleno de asperezas y de obstáculos inquebrantables.

Enseñémosle la importancia de saber vivir  e indiquémosle que la muerte es un proceso normal que puede evidenciarse en cualquier momento de nuestra existencia del cual nadie está exento.
No los llenemos de cosas materiales, en eso no  radica el éxito, no les enseñemos que lo material les garantizará una vida sin angustias, sin preocupaciones, enseñémosle  la importancia de los sentimientos, de demostrar amor, de dar   un abrazo y de ser mejores seres humanos. Estimulémoslos día a día para que sean audaces para  que tengan la suficiente confianza de creer en ellos mismos.

Demostrémosle que  los placeres que nos brinda la  cotidianidad  muchas veces son los que nos transportan hacia la  auténtica felicidad. Con ese aprendizaje ellos estarán listos para encarar los acontecimientos con madurez y con una postura firme ante la vida.
Porque vivir es luchar, es arañar, es agarrarse  para no dejarse vencer, alentémoslo para que vivan el hoy y que no se apresuren por el mañana, porque el mañana  es verdaderamente incierto.
No olvidemos el concepto del éxito, el éxito es relativo y  cual sea que fuese tiene su gran repercusión en la vida.


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