viernes, 23 de enero de 2015

Culto a la Cosas Materiales


Existen  personas que a lo largo de su vida  se preocupan más por  tener   una vida con lujos y detalles sofisticados, muchas de ellas viven en lujosas mansiones  que al final del día ni siquiera pueden disfrutarlas, los hijos ya han partido,  muchos de ellos ni siquiera pueden gozar  esa casa con su pareja, llegan muy tarde después de una larga jornada laboral,  se sienten agotados  y simplemente prefieren  descansar.

Normalmente estas personas se identifican coleccionando objetos caros, de gran valor material,   sin embargo,  no se sienten emocionalmente contentos, aunque logren tener todo lo material que exista, estas personas presentarán en su interior trastornos de insatisfacción, llevando así,  una vida netamente existencial.

Pienso que la mayoría de estos coleccionistas vivieron una niñez carente, por eso el afán de sentirse poderosos cuando son adultos,  rodeándose de lujos y de cosas para suplir su vacío. Es posible que saturándose  de estos elementos aumente su poder hacia los demás, pero en realidad,  en su interior son seres verdaderamente  inseguros y débiles.

Se  ha comprobado muchas veces que el individuo que presenta carencias afectivas, tiende a reemplazarlas con objetos, porque  siente en su interior insatisfacción, demostrando con su comportamiento una gran debilidad emocional.  Todo ser que le dé más importancia a acumular cosas y dinero de manera excesiva, posiblemente se pueda convertir  en un adicto. 

Muchas de ellas pueden ser personas que no efectúan el trabajo deseado o anhelado;
o sea,  existe una falta notable de lo que significa la realización  profesional.
Otras tienen grandes desajustes en su interior como: carencia de afecto, de autorrealización, inestabilidad  en su hogar, mala relación  interpersonal  entre su pareja, hijos, amistades, inseguridad personal, baja autoestima,  en otras palabras son personas que presentan disconformidad  con su realidad,  con  su entorno y con su propio yo.

En la mayoría de los  casos, estos individuos  consideran que deben suplir sus carencias acumulando objetos y lo hacen  como un mecanismo de defensa, pero en realidad son seres que se sienten netamente vacíos.

Cuando nos encontramos en situaciones verdaderamente difíciles como la muerte de un ser querido, una enfermedad terminal, cuando nos quedamos solos e imposibilitados, ningún elemento tiene  sentido, pierde todo valor ante tan abrumadores sucesos, porque nada material garantiza una vida llena de sosiego.

Me  pregunto ¿qué es lo más importante en el ser humano,  lo material o sentirse emocionalmente realizado?

Considero que cuando nos sentimos verdaderamente realizados, satisfechos con nuestro  “yo” y con nuestro entorno,  vivimos una vida despejada y llena de placer,  no importa la carencia material que pudiese existir, el ser humano busca la aceptación del ambiente  en el que vive,  sintiéndose  contento con las cosas que guardan poco valor, pero que lo acerca más  hacia la auténtica  felicidad.

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