Cabe
recalcar que del dolor nadie se podrá librar, nosotros decidimos si debemos
hospedar el sufrimiento por largo tiempo o no.
Existen personas que casi nunca llegan a superar este estado
permaneciendo en un duelo casi sin fin, produciéndose en el individuo una vida
llena de insatisfacciones, las cuales se le debe aconsejar a la persona, que se
someta a una debida atención para que logre salir de ese estado sombrío.
Los
recuerdos de la persona que vivió y compartió por largos años, la separación
abrupta del lugar donde fue feliz, la partida para siempre de un ser querido,
suele ser en muchos individuos un proceso difícil de superar. Nadie
dice que es fácil, tiene su proceso y debe ser respetado, pero llegará un
momento que todo al fin tendrá respuesta.
Permanecer sufriendo produce un desbalance emocional, afectando la evolución de la
persona, pero hay que tener presente que todo sufrimiento es como una sacudida
que la vida nos provoca, como un gran desafió. Toda situación difícil nos exige una restructuración en nuestro ser, nos
deja aprendizajes y la valentía de cerrar ciclos que ya no tienen validez, para dar paso a una vida con nuevos comienzos
impregnados de esperanza.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario