Es
necesario que respetemos y cuidemos nuestra privacidad, utilicemos los medios
de comunicación e información para publicar segmentos que aporten un valioso
aprendizaje, así como noticias de importancia que enriquecen a nuestra
humanidad, también nuestros momentos gratos y felices en familia, pero evitemos
publicar nuestra vida privada cuando estemos pasando por un momento vulnerable,
o cuando estemos enojado. Muchas personas acostumbran a publicar casi su vida
en las redes sociales, por qué hacer conocer nuestros problemas a los demás
publicando nuestra vida cuando estamos pasando por momentos difíciles?
Recordemos que cuando ventilamos nuestra vida, nuestros sufrimientos, rupturas,
desavenencias, tristezas, etc. Estamos dando origen para que todas las personas
puedan enterarse y así tengan el día de mañana las herramientas necesarias para
ser los primeros en señalarnos y hacer comentarios que puedan desagradarnos.
Guardemos y respetemos siempre nuestra privacidad, eso es lo más valioso que
tenemos, nadie tiene por qué ser partícipe de nuestro dolor, sufrimiento o
disgusto a través de estas redes. Evitemos enviar mensajes subliminales o de
violencia a la persona con la cual tenemos el disgusto. Mejor tratemos de
conversar con esa persona para llegar a una reconciliación satisfactoria, pero no
a través de este medio. Recordemos que somos los únicos que podemos resolver
nuestros problemas, nadie más puede hacerlo, evitemos el morbo la curiosidad,
el comentario negativo. En muchas ocasiones las personas disgustadas utilizan
estas redes para hacer partícipe de su desdicha, y luego revelan por la misma
red su felicidad por su satisfactoria unión, disculpa o reconciliación.
Tratemos de no hacer público algo que solo nos pertenece a nosotros, para no
ser después criticados, recordemos que muy pocos son los que se alegran de
nuestra dicha, pero la mayoría si se regocijan de nuestro infortunio.
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