domingo, 17 de julio de 2016

REFLEXION




De todo acontecimiento adverso, aprendemos a reconocer los verdaderos valores de vida.
Muchas veces la muerte de un ser querido nos deja una experiencia que nos enriquece porque aprendemos a reconocer que somos verdaderamente frágiles ante ese suceso del cual nadie está exento. Por eso disfrutar a los seres queridos mientras los tenemos es una experiencia enriquecedora y de gran valor.
No dejemos que nos lleguen a faltar para darnos cuenta, cuánto debimos haberle dado en vida. Valoriza todo lo que la vida te regale de manera transparente, para que no vivas una soledad moral permanente, y puedas transitar sereno consolidando la justicia y la paz de tu ser interior.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario