sábado, 16 de julio de 2016

REFLEXION



El que vive sin paz interior se convertirá en un prisionero de sus propios sentimientos oscuros como: el odio, la ira, irritabilidad y mezquindad.
Cuando nos sentimos en paz, somos seres transparentes, optimistas, amigables, y hasta dadivosos, damos lo que no tenemos porque sentimos un bienestar que nos produce generosidad.

Cuando somos seres insatisfechos, irascibles, hostiles y egoístas, es porque en el fondo no hemos encontrado la paz que necesita nuestro ser y normalmente producimos daño a los demás debido a nuestro descontento interno.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario