De todo acontecimiento
adverso, aprendemos a reconocer los verdaderos valores de vida.
Muchas veces la
muerte nos deja una experiencia que nos enriquece
porque aprendemos a reconocer que somos verdaderamente frágiles ante ese suceso del cual nadie está
exento. Por eso disfrutar a los
seres queridos mientras los tenemos es
una experiencia enriquecedora y de gran valor.
No dejemos que nos
lleguen a faltar para darnos cuenta, cuánto debimos haberle dado en vida.
Valoriza todo lo que la
vida te regale de manera transparente, para que no vivas una soledad moral permanente, y puedas
transitar sereno consolidando la justicia y la paz de tu ser interior.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario