jueves, 12 de mayo de 2016

REFLEXION




Muchas veces nos rehusamos hablar de todo lo que nos ocasiona sufrimiento, pena y dolor. queriendo tapar con este comportamiento silencioso las heridas abiertas que laceran nuestro ser. Algunas personas buscamos diferentes formas de escapes como  mecanismos de defensa, la única solución es encarar el dolor para desnudar así nuestras derrotas.

Estamos consciente que este proceso es doloroso, pero asumiéndolo y mirándolo de frente, es la única manera que a la larga nos producirá un estado de tranquilidad que nos permitirá descubrir la verdadera sanación de nuestro ser. Encontrando esta sanación estamos purificándonos, por ende, nos convertiremos en seres llenos de vitalidad para poder hacerle frente a nuevos comienzos, siendo capaces de provocar nuestro propio renacer del cual todos los seres humanos somos merecedores.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario