miércoles, 9 de septiembre de 2015

REFLEXION



Para escoger un amigo no se debe establecer diferencias de nacionalidades, lenguaje o etnia.
Si entendemos el verdadero concepto de “amistad”, sabemos que implica valorar a las personas no por su imagen, idioma u origen,  sino por su esencia. De lo contrario estaríamos haciendo diferencias y discriminación,   por el simple hecho de no pertenecer a un país o a un grupo establecido  de nuestro agrado.
Si la amistad que profesamos y nos profesan guarda una interrelación de transparencia, respeto mutuo y reconocimiento de los momentos importantes compartidos,   es suficiente para que se considere una  amistad auténtica. 
En eso  radica  la verdadera "amistad". 


No hay comentarios.:

Publicar un comentario