lunes, 7 de septiembre de 2015

REFLEXION




Los hijos vienen a través de nosotros, pero en realidad ellos no nos pertenecen, no son nuestros, son de la vida; tendrán que convertirse en  seres libres e independientes tarde o temprano.
Escogerán  su camino en busca de su propia identidad y de su propia felicidad, está en nosotros construirles desde pequeños los cimientos fuertes para que logren hacer una buena elección  en todos los aspectos de su vida y así logren alcanzar la satisfacción a su ser,  encontrando los elementos más esenciales como seres humanos.
Debemos  ayudarlos para que  puedan  despegar y para que   construyan con esas bases sólidas su propio destino,   donde ellos establecerán y decidirán ser felices o no.



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