Mira
siempre al frente mirando el hoy y tu presente. Trata de agradecerle a la vida
cada despertar y vívelo agradecido para que Dios te regale más días llenos de
esperanzas y de grandes oportunidades.
Camina
siempre seguro y con optimismo para que seas el imán de tu propia vida y así
atraigas las mejores oportunidades para ti y para tu evolución.
Recuerda
que nada sucede en tu vida si tú mismo no lo provocas, por eso debes ser el
gestor más importante de tu historia y saber aprovechar esas oportunidades, no
olvides que son fugaces y no se repiten dos veces.
Vive
el presente intensamente, no es indispensable que adelantes sucesos, ni
apresures el mañana, por eso vive el hoy, él ahora," ese es tu
presente".
Y
recuerda vivir en paz y en armonía contigo mismo para que te sientas un ser
despejado y permanentemente libre. ¡Vive, vive!!!!
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