Después de una larga velada con amigos, donde tratamos
diversos tópicos, me invadió el deseo de escribir sobre “La
Felicidad”, uno de los temas que tratamos en la reunión.
Al día siguiente me formulé varias preguntas que me motivaron a
escribir: Qué significa la felicidad ? Quién es en realidad el
responsable de la misma? Muchas veces se confunde y se piensa que
los seres que comparten nuestro cotidiano, como los seres que amamos y
los que nos rodean son los responsables de proporcionarnos la felicidad.
Somos nosotros quienes elegimos y decidimos llegar a ese estado, somos los únicos
responsables de sentir y percibir la felicidad, pero muchos nos preguntaremos
cómo lograrlo?
Uno de los factores importantes es alejarnos de todo lo que se convierta en monotonía, la rutina suele convertirse en el peor de los fantasmas, que nos aleja de la felicidad, porque nos sumerge en una vida sin motivaciones, cargándola de callejones sin salidas, volviendo nuestro entorno estático donde nada agita tu ser, ni golpea tu alma.
Nos detenemos tanto pensando en el mañana, que
también es otro de los factores que nos imposibilita ser felices, porque
empezamos a hacernos numerosas preguntas, donde algunas tendrán respuestas
inmediatas y otras simplemente no las tendrán
nunca, pero vivimos rumiando el presente, pensando
en el futuro, desperdiciando el “hoy” que también puede estar
brindándonos un espacio donde depositar nuestros pies para caminar serenos.
Vivimos victimizándonos, teniendo pena de nosotros mismos, cuando eso,
es el peor de los castigos que el ser humano puede hacerse, recuerda que
el sentido de todo lo que nosotros vivimos, lo da uno mismo, somos los
responsables de construir ese espacio que todo individuo merece
para respirar y caminar sosegado, construyendo su propia felicidad,
sin encontrar culpables.
No tengas miedo, el miedo congelará todo lo que pueda sentir tu
interior, paraliza la energía, tu potencial y sucumbes
ante cualquier acontecimiento, desmotivándote para que le des paso a la
felicidad.
Evita vivir con rencores, enojos, odios porque eso no hace
más que atrasar tu camino, desgastará y enfermará tu cuerpo,
así no le darás paso para que fluya la felicidad, proponte
siempre perdonar, recuerda que si mantenemos una postura
negativa, muchas veces irracional, eso hará que llenemos
nuestro cuerpo de culpabilidad y angustia, nadie puede ser feliz
albergando estos sentimientos.
Cada persona tiene su propio estilo de vida, donde mantiene
sus conceptos que los considera lógicos y verdaderos, no es
necesario involucrarse en ellos, ten presente que no
vamos a poder cambiar nada de lo que esa persona se haya estructurado, no es
aconsejable, no es nuestro derecho, con eso, no sucederá otra cosa
que perder el valioso tiempo que tenemos distorsionando el
verdadero concepto de lo que significa respetar nuestra propia
vida.
Nunca te preocupes más de lo que se necesita, total muchas veces se vive
pensando en el mañana, en qué sucederá? Posiblemente no suceda nada que
pueda hacernos daño, más bien pueda suscitarse lo contrario, quizás un hecho
trascendental e importante.
Muchas veces los momentos furtivos, imprecisos que pasan
por la vida son los que dejan huellas imborrables en tu
alma.
Anulemos la desesperanza porque cuando se vive así, no hacemos
nada más que apolillar nuestro cuerpo y esa actitud jamás podrá dar paso a la
felicidad, ni se puede vivir una vida saludable. Mantén claro el
verdadero concepto de lo que significa respetar tu “yo” para
que puedas vivir en libertad.
Ama generosamente, vive de una manera plena, rodéate de satisfacciones,
construye tu propio entorno que te de seguridad, disfruta todo lo que tienes a
tu alcance y a tu alrededor.
Evalúa tu conciencia y acepta que todo lo que vivas es tu
responsabilidad y que posiblemente tendrá que ver con tu comportamiento y
con tus propias decisiones.
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