Creo que cuando
enfrentamos sucesos emotivos, significativos y dolorosos nos damos cuenta que
la gloria no nos acredita una vida plena, que el dinero no te puede comprar la
salud ni te aleja del infortunio y que la fama no te garantiza tener una vida
asegurada.
Nada material nos afirma que tengamos que recorrer un camino sin amenazas, llegar a la gloria y tener notoriedad
tampoco nos libera de los procesos naturales de la vida: como enfermedades,
muertes, separaciones y pérdidas.
Algunas cosas
materiales nos garantizan bienestar, pero no compran la tranquilidad ni te
afirman que vivirás una vida sin desventura.
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