miércoles, 6 de abril de 2016

REFLEXION



Creo que cuando enfrentamos sucesos emotivos, significativos y dolorosos nos damos cuenta que la gloria no nos acredita una vida plena, que el dinero no te puede comprar la salud ni te aleja del infortunio y que la fama no te garantiza tener una vida asegurada.
Nada material nos afirma que tengamos que recorrer un camino sin amenazas, llegar a la gloria y tener notoriedad tampoco nos libera de los procesos naturales de la vida: como enfermedades, muertes, separaciones y pérdidas.
Algunas cosas materiales nos garantizan bienestar, pero no compran la tranquilidad ni te afirman que vivirás una vida sin desventura.

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