
Fragmento de mi libro "Volando en Solitario"
Cuando el sufrimiento hace su aparición en escena, realmente no sabemos
si será bueno o malo para nuestra evolución. Considero
que  cualquiera que fuese su objetivo en nuestra vida, siempre nos dejará un aprendizaje valioso.
Todos
hemos sufrido en la vida por diversas situaciones,   ya sea
por enfermedad, la pérdida de un ser querido, la separación con la pareja,
con nuestros hijos, la separación de un medio de trabajo que nos provocaba
satisfacción y placer  o la separación del lugar que nos vio crecer “nuestra
patria” , todos ellos se consideran causas poderosas para causarnos
 sufrimiento, más aun, cuando se trata de una pérdida irreparable, en
estos casos la aceptación  del hecho es la única vía que nos conducirá
hacia nuevos caminos.
Debemos
aceptar que  el proceso de vivir  tiene un límite, y  hay que
saber asimilar  que ese curso tendrá que finalizar en algún momento.
Superar la muerte de cualquier ser querido siempre es un proceso duro, a veces
desgastante, unas personas lo superan con mayor prontitud que otras, pero tarde
o temprano se lo  llega aceptar como un hecho ineludible.
Cuando
empezamos hacer conciencia de la realidad del problema, puede uno  
reinsertarse nuevamente a la vida, sabiendo sortear estos vacíos y estos nuevos
desafíos que nos presentan las circunstancias, para encontrar nuevamente
 la satisfacción que se perdió en ese paso por la vida.



