LIDIAR CON LA VEJEZ
FRAGMENTO DEL TEMA "LIDIAR CON LA VEJEZ"
Cuando se llega a viejo, empieza a invadir la desesperanza y cada día se hace más pesado llevarlo a cuesta, ya no suelen ser disfrutados solo soportados.
El día y la noche suelen tener parecidos porque ya nada es diferente o especial, solo resta “esperar”. Se espera al amigo, al hijo ausente, al familiar querido que nunca vendrá, pero que aun así, se espera, para que le regale un momento de compañía y calor humano que al final nunca sucederá.
En esta etapa las cosas materiales carecen de sentido, solo se aprecia el amor y la comprensión de los pocos que querrán acompañarlos.
Mientras se espera el día final, cada día se agradece por haber tenido la oportunidad de haber vivido tantos años, acumulando experiencia y sabiduría, sabiendo que en esa etapa de la vida, ya no existe ningún tipo de “esperanza”.
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