No busques adelantar los
sucesos pensando, qué podrá suceder mañana, porque eso muchas
veces nos produce una angustia innecesaria, acumulando así temores
y miedos que nos causa más perturbación y carga emocional.
Busca soluciones
objetivas, no aquellas que sean irreales, que sólo sirven para
mitigar la sensación, pero no curan la afección.
No olvidemos que hay que aprender a
desprenderse de los apegos, pensamientos negativos y de personas
tóxicas que imposibiliten nuestro crecimiento.
La felicidad se puede atrapar en
momentos impensados y en lugares inimaginables, no olvides que sólo
depende de nosotros, porque todos merecemos ser felices.
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