domingo, 2 de diciembre de 2018

¿El amor: sentimiento o emoción? - Orlanda Torres




El Psiquiatra Jorge Torres Castillo refiere:  En la adultez el amor ya no se presenta con el carácter de fugaz, sino de estable, a esto se lo considera como un sentimiento consolidado, esto es el amor y el amor no es fugaz.

Los adolescentes se enamoran y es una expresión de la emoción; esta es furtiva y exclusivamente emocional, porque es una expresión de emociones y no de sentimientos reales. 

Los sentimientos reales consolidados se dan en la edad adulta lo contrario al adolescente, el adolescente se enamora, pero no ama, que es todo lo opuesto a lo que sucede en la adultez.
En mi recorrido cotidiano he observado diferentes causas que pueden hacer que merme el amor. Según mi apreciación pienso que cuando dos personas adultas deciden llegar al matrimonio es porque están convencidos de que existe un sentimiento real, es por eso por lo que deciden compartir sus días, pero en muchos de los casos se ha podido observar que con el paso del tiempo el amor empieza a mermar.  ¿Cuál sería la razón? Quizás la rutina,  diferencias de pensamientos, los problemas de la cotidianidad, la forma de vida tan acelerada que estamos sosteniendo, en fin, podríamos enumerar muchos factores que hacen que el matrimonio pierda su consistencia y se convierta en una monotonía , que en algunos casos se vuelva tan frágil y llegue a la desintegración.

 ¿Qué hacer? ¿Qué debemos establecer en esos casos?  No buscar culpables sino soluciones concretas, entrar en un profundo diálogo donde se ponga encima de la mesa todo lo que nos cause desagrado y concluir estableciendo que esos procedimientos que se están sosteniendo no deben continuar, para esto se necesita ser muy consecuente con lo que realmente se está estableciendo, porque si una de las dos partes falla, prácticamente se estaría cayendo en un círculo vicioso que tarde o temprano terminará destruyendo el vínculo matrimonial.

En la actualidad los matrimonios cada día están siendo más frágiles y el índice de divorcio aumenta de una manera acelerada, ya es más fácil divorciarse que establecer un vínculo de pareja, es por eso que uno de los factores más importantes es la comunicación continua, mutilar la rutina, desprendernos de los trabajos que absorben nuestro tiempo y desplazan a nuestra pareja, darle más calidad a la relación y menos atención a lo que realmente está siendo un fantasma amenazante en el  vínculo matrimonial.

Si desean salvar su unión y consideran que todavía guarda importancia para las dos partes, hay que tratar siempre de reinventarse, respetar el espacio y la esencia  de tu pareja, darle la importancia que necesita, ayudarse, no mutilar sus sueños ni sus aspiraciones y recuerda que no vas a lograr nada en tu relación, si tú mismo no eres digno de lo que tanto anhelas.

Entonces, empecemos por cuidar nuestro vínculo matrimonial o de pareja; si es que verdaderamente guarda importancia para nosotros, esto consiste en un trabajo diario de gran validez, no es fácil; pero tampoco difícil, solo se necesita quererlo hacer y trabajar en el proceso día a día, para que estos factores negativos no sigan creciendo y a la larga destruyan el matrimonio y quizás nuestra vida.

No olvidemos que cuando se ama se establece un compromiso y que el amor nace de la convivencia diaria, no permitamos que esa convivencia se deteriore y así se deje morir el amor.

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