Nuestro
recorrido por la vida es tan frágil y rápido que nos atrapamos inútilmente en
callejones sin salidas y nos estancamos tratando de encontrar soluciones,
cuando en ocasiones es difícil encontrarlas.
No
es necesario desgastarse en eso, hay que preservar la quietud, continuar con
nuestro paso por el mundo y no permitir que nada agite negativamente nuestro
ser.
Nunca
vivas en desarmonía, abre la ventana de tu vida y busca siempre vivir en plenitud, tú eres el único que tienes el compromiso de luchar arduamente por tu
paz, nadie más tiene ese derecho.
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