martes, 8 de marzo de 2016

Ser Mujer




La mujer siempre ha sido encasillada como el ser que debe procrear, que debe dedicar su tiempo para la familia, la responsable de mantener unidos a los miembros de su entorno, la que debe tener sabiduría, entereza, paciencia, ser siempre incondicional, solidaria, sinónimo de comprensión profunda e infinita, emprendedora, decidida, protectora, conciliadora y proveedora de armonía, energía de vida, compañía, calidez, humanidad, fortaleza, valentía y además de todo esto, ser la imagen que siempre irradie belleza.
La mujer es un ser humano que tiene fortaleza, pero también  flaquea, que además de dar, también desea recibir,  no sólo lo material completa su felicidad,  muchas veces las palabras pueden ser un gran apoyo que la harán sentirse valorada. El que desee retener  a su lado a una mujer llenándola de cosas materiales, estará lastimando su valiosa inteligencia.
Ser mujer no solamente significa  estar lista para satisfacer placeres,  para cumplir con las necesidades de su familia y de  su entorno, una mujer necesita solidaridad, reconocimiento y soporte, a pesar de ser considerada  hoy,  como un ser independiente y fuerte, nada es más importante como la protección y valoración  de su compañero y de los seres que les dió  la  vida. 
Una mujer necesita un cómplice, un compañero de ruta,  aquel que a su lado sienta sostenimiento, protección y afirmación a sus anhelos. Una mujer desea gratitud y respeto de aquellos,  por los cuales se entrega,  para verlos evolucionar, y cuando se cumple con ese objetivo principal en la vida, la mujer  necesita despegar  y buscar el cumplimiento de sus metas y propósitos trazados, para  materializar  sus más codiciados deseos.
Una mujer también es hija, preocupada por los seres que le dieron la posibilidad de existir, y que hoy, los ayuda en su lento caminar,  agarrándole aquellas manos que un día la protegieron.
Ser mujer no solamente es símbolo de belleza, la mujer también tiene  inteligencia, no  sólo debe ser fuerte,   es también vulnerable, no es la que siempre debe proveer, ella también desea ser retribuida, no es sólo la que dirige, ella también desea alguna vez ser orientada en la vida. 
Ser mujer es una responsabilidad ardua, desde el primer momento que se camina por la vida y se tiene conciencia del gran desafío y compromiso que deberá enfrentar en su transitar no solamente para su vida sino también para la sociedad.

Tema del libro:" Volando en Solitario"

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