Muchas veces nos rehusamos hablar de todo lo que nos ocasiona
sufrimiento, pena y dolor.
Pretendiendo ocultar con este comportamiento silencioso las heridas
abiertas que laceran nuestro ser.
Algunas personas buscan diferentes formas de escape, como mecanismos de
defensa, la única solución es encarar el dolor para desnudar las derrotas.
Estamos consciente que este proceso es doloroso, pero asumiéndolo y
mirándolo de frente, es la única forma que nos producirá un estado de
tranquilidad y nos permitirá encontrar la verdadera sanación a nuestro ser.
Encontrando esta sanación estamos purificándonos, por ende, nos
convertiremos en seres llenos de vitalidad para poder hacerle frente a nuevos
comienzos, siendo capaces de provocar nuestro propio renacer del cual todos los
seres humanos somos merecedores.
Demos paso a la alegría, para poder abrazar e iluminar las grandes
satisfacciones que tenemos que vivir en nuestro recorrido.
Dejemos atrás temores
sombríos que no hacen más que ensombrecer nuestro camino.
Solo así descubriremos
que podemos llegar a ser seres netamente libres, impregnados de felicidad y de
una realización personal profunda.
Vivencialhoy.blogspot.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario