Luego de permanecer casi un mes en mi
tierra me reintegro a mi actividad diaria que es “escribir”.
Cumplir con los anhelos, sueños,
siempre produce en el ser humano un
agradable estado. La satisfacción de cumplir con los deseos de verte rodeada
de tus seres queridos, de amigos entrañables, aquellos que conociste en tu
infancia y en tu agradable adolescencia,
dejan una sensación de confort, pero a la vez de vacío, porque saber que
debes nuevamente abandonar ese espacio que es tu tierra, esa seguridad que te
da el caminar acompañada de “verdaderos amigos”, ese bienestar que te produce
compartir con tus seres amados, en
realidad no tiene precio.
Caminamos siempre en la vida con
objetivos y propósitos y cada día se vuelve un desafío, para mi cada amanecer
me enfrenta con una realidad que deseo aprovechar para enriquecer mi ser y trato a diario de sentirme inmensamente humana, valorando cada instante,
porque el hecho de existir ya es para mí un gran privilegio que debo valorar.
Hoy espero días mejores, materializar
mis deseos, cumplir mis objetivos y
palpar mis sueños.
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