Mientras los años van pasando
reflexiono con más madurez y
lo que antes consideraba importante
ahora resta de la misma.
Vivir y hacer lo que me apasiona
se ha convertido en mi prioridad,
aunque eso sea una simplicidad.
Antes me atribulaba todo lo que hoy carece
de sentido,
a mis años sólo espero sin preguntarme nada
ya no le encuentro sentido cuestionarme,
no debo provocarme más sobrecarga emocional.
Por qué perder el tiempo en cosas innecesarias?
Por qué buscar respuestas donde no podré encontrarlas?
Por qué desgastarme queriendo recuperar lo
irrecuperable?
Por qué querer reparar lo que hoy considero
irreparable?
Por qué querer cambiar lo que ya no puedo
transformar?
Hoy acaricio y valoro
el tiempo, porque el tiempo que
me queda debo vivirlo con mesura y calidad.
Vivir sin precipitar sucesos, darle el verdadero
valor a la vida, armonizarla con hechos insignificantes es lo
que hoy considero esencial, así podré respirar serena con más madurez y
paz.
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