En la actualidad los padres de familia tienen muchas preguntas sobre
como criar a los hijos. Algunos creen que manteniendo la forma de cómo fueron
criados ellos años atrás es la correcta, pero en la actualidad ese formato
suele estar caduco.
La mejor manera de educarlos es fomentando la comunicación, esto beneficia enormemente porque le damos a
los jóvenes la confianza y a la vez las herramientas necesarias para que él
pueda encontrar sus propias soluciones.
Lo importante es indicarles el pro y el contra de cada decisión que él decida
escoger o establecer, enseñarle cual va
a hacer el perjuicio o beneficio de la decisión que tome. El adolescente tiene
que aprender a diferenciar las cosas y dar él mismo su propia solución de
acuerdo a como se le haya planteado el problema. Muchos padres quieren imponer
y ese no es la mejor vía para la solución, otros delegan este conflicto a
terceras personas, como por ejemplo a los maestros, actualmente los padres carecen de comunicación con sus
hijos, viven completamente distantes de sus necesidades y sus aspiraciones,
sólo se dedican a proveerlos con cosas materiales, produciendo con esto uno de los mayores problemas al joven, pero
el padre hace eso para suplir su ausencia y su carencia de tiempo para
dedicarle al hijo, esto tarde o temprano se convertirá en un agravante para el
conflicto y a su vez un problema para el adolescente.
La verdadera y real formación comienza por casa, son los padres los
únicos responsables de realizar la base sólida para su hijo. Nadie más podrá
sustituir ese espacio.
En la actualidad existen muchas formas
sobre cómo educar a los hijos, que va desde la desmedida
sobreprotección, hasta el más completo abandono. La experiencia nos ha
confirmado que ninguno de estos dos extremos produce buenos resultados.
Unas de los elementos más importantes es tener conocimiento de qué es la
adolescencia? sus características y como debe ser tratado un adolescente.
Es en esta etapa donde los adolescentes no solo manifiestan cambios
físicos, sino que también
piensan que sus ideas y acciones son las más acertadas esto produce que
ellos se consideren dueños del mundo a pesar de que no tienen estructurada verdaderamente su personalidad.
Las amistades y todo lo expuesto en la televisión como artistas de la
actualidad que exponen sus cuerpos y se movilizan con valores muy pobres, se
convierten en ídolos para ellos y suelen
generalmente imitarlos, así como también
todo lo expuesto en las redes sociales
producen en el adolescente un golpe
tan fuerte que a muchos de ellos le provocan trastornos
irreparables en su personalidad.
El día de ayer tuve la oportunidad de ver y oír un programa de
televisión que trataban el siguiente tema: “Los valores y la adolescencia” y me detuve a pensar, porque
en la actualidad los jóvenes nuestros carecen de esto?
No debo de generalizar, pero la mayoría de ellos esquivan los
comportamientos más esenciales, como son el saludar, el despedirse, el
tener un detalle de apoyo para un anciano, para una mujer embarazada. Otros
presentan otros desajustes más lamentables como son adicciones a las drogas,
muertes prematuras ya sea por asesinatos o por suicidios, embarazos no
deseados, comportamientos inadecuados, dificultad para conocer su verdadera
identidad sexual, depresiones,
ansiedades que muchas veces producen desenlaces fatales.
Muchas personas entrevistadas contestaban en este programa que la base
de la educación y los valores era aprendida en casa y comparto
rotundamente este concepto.
Lamentablemente vivimos en un mundo tan competitivo, alienado, carente
de tiempo donde las noticias en la televisión, redes sociales han ocupado la
mayor parte del tiempo de nuestros hijos, minando su mente, ocasionando
perturbar su comportamiento, provocando manifestaciones negativas en
el estado emocional y psíquico del niño o joven. Los padres dedican
menos tiempo a los hijos y el ser humano se ha convertido en una
máquina de producir billetes para poder cumplir sus sueños materiales olvidando
la importancia de priorizar la formación de los hijos dándoles una base
sólida que definirá el futuro emocional de ellos y así se
evitará que tengan más adelante una
mediocridad de espíritu.
En la actualidad por carecer de tiempo entregan a sus hijos a las
personas menos indicadas. Trabajé por un corto período de tiempo en
lugares donde se recibían niños de edad preescolar y digo “recibían niños”,
porque la educación que ahí impartían era muy pobre, no puedo decir que
“educaban niños”, sino más bien que se “cuidaban niños”.
Son lugares en donde los padres depositan toda su seguridad y en
muchas ocasiones los entregan desde muy temprana edad, los dejan largas horas
muchas veces desde que el centro abre hasta que el centro cierra, es ahí donde
ellos lamentablemente se crían y van adquiriendo las costumbres y formación de
personas muchas veces incapacitadas para este proceso. Debo reconocer que
no todos los lugares son iguales y que no todas sus maestras son
personas sin vocación y preparación,
pero la mayoría de estos centros son netamente comerciales donde reciben a tu
hijo exclusivamente para cuidártelo y es muy lamentable,
porque a esa edad es donde el niño necesita que se le vaya
construyendo los cimientos más importantes para su desarrollo como adulto
sano.
El padre comete un grave error pensando que ahí encontrará la base para
formar los valores de su hijo, estos valores deben dárselos sus progenitores,
no con eso deben renunciar su trabajo y sus anhelos de superación profesional,
pero siempre hay un tiempo en donde se puede dar calidad y no cantidad a los
hijos.
Un niño con una base sólida tendrá una adolescencia asegurada por ende
será un joven y adulto con valores y principios que le permitirán orientar bien
su comportamiento a lo largo de su vida.
Todo en la vida llevándolo con dosis o medida adecuada, puede
desarrollarse de la mejor manera, si perdemos eso, se pierde la dirección y
hacemos que inconscientemente se produzcan obstáculos insalvables.
Lo más importante es mantenernos
atentos a sus aspiraciones, motivaciones y preocupaciones. Muchos de ellos
suelen dar índices con su
comportamiento, demostrando que algo está funcionando mal, está en nosotros los padres prestar atención.
Si logramos mantener un balance en nuestras actividades y las actividades con
nuestros hijos, estaremos evitando a futuro
problemas que afectarán
rotundamente su personalidad.