domingo, 6 de septiembre de 2020

REFLEXION - ORLANDA TORRES



El apego es pobreza espiritual, cuando nos sentimos seguro en lo conocido, aunque nos lastime, nos volvemos prisionero de un acondicionamiento que está lacerando nuestro ser día a día, hasta que nos convierte en seres verdaderamente dependientes.

No evolucionamos, no crecemos y nos sumergimos al punto de que puede deteriorar nuestro interior.

Si tenemos temor de vivir algo nuevo, nos convertimos en víctimas de nuestros propios temores ocultosy arrastraremos un pasado que no nos dejará avanzar.

Cuando le damos paso a lo desconocido estamos creando un mundo nuevo, donde podemos descubrir nuestras verdaderas potencialidades.

Si nos desligamosdel apego nos convertimos en seres más libres, porque lo desconocido, aunque trae incertidumbre lleva también un poco de felicidad y magia hacia un horizonte nuevo lleno de nuevas posibilidades y eso nos motiva a vivir.

Para conseguir nuestros objetivos, se necesita hacer estructuras y escoger otro camino, lo importante es que nos lleve a la meta a pesar de que tengamos que transitar un trayectomuchas veces lleno de obstáculos y dificultades.

Recordemos que mientras más nos apegamos a las cosas más infelicidad nos puede producir.

Es necesario despojarse de todo aquello que nos ate. Todos merecemos alcanzar la libertad y en la libertad se encuentra la verdadera esencia de la vida.



 

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