Salí para
caminar un día, recuerdo era verano, necesitaba comprar unas flores, pero no
imaginé que ese día encontraría este
ser que me invadió de alegría, recuerdo era un 28 de julio 2007.
Se produjo
un contacto especial cuando la conocí, rara vez se encuentran personas que recién
conocidas, puedes lograr hacer conexiones mágicas.
Sentí
inmediatamente que esta señora no solo vendía flores, sino que era un ser místico
que Dios me había puesto en el camino. De pronto se
convirtieron en recurrentes mis visitas a su stand de flores, no sé si en busca
de ellas precisamente o en busca de aquella señora que cultivó mi interés por
escuchar sus sabias palabras, su sabiduría aprendida por la vida y su
maravillosa sensibilidad para llegar al ser humano.
Y así regresé
varias veces, sentía que entre ella y yo había muchas cosas que nos conectaban,
descubrí en una de las conversaciones, que por cierto fue la última que sostuve
con ella, que le gustaba escribir y coincidentemente las dos estábamos
escribiendo un libro de nuestras vivencias, me di cuenta de que existía
similitud en nuestra manera de pensar sobre la vida y la proyección ante esta. Llegué a considerarla un regalo divino.
Me dijo
muchas cosas, una de ellas me quedó grabada y espero se cumpla algún día. El
solo escuchar sus sabias palabras empecé a recobrar la esperanza y las
fuerzas que parecían fenecer en aquel entonces.
Y así logré
ir varias veces a visitarla y el día 21 de septiembre 2007, fui a su stand de
flores y me puse a conversar con ella, casi una hora, no recuerdo exactamente, había
personas que venían a comprarle sus flores y cortábamos nuestra conversación y
así cuando se iban, volvíamos a retomarla.
Nos contamos muchas cosas aquel día, sobre su vida y la mía, quedé
maravillada me gustaba hablar con ella.
Decidí
despedirme y retirarme debido a que la lluvia hacia su aparición y no quería
mojarme, pues había olvidado mi paraguas, me despedí de ella con un beso y la
abracé fuerte, y le dije, hoy no vine a
comprarle flores, hoy vine a saludarla, ella me respondió, ven por aquí en
estos días para darte mi teléfono y mis datos, le dije que yo regresaría, no
sé, pero presentía que a mi regreso ya no iba a encontrarla.
Recuerdo que
se lo dije y ella se me sonrió y me contestó, algo que desconocía. Regreso a mi
país el 4 de octubre, en ese momento mi cuerpo se erizó, algo en mi me estaba
avisando que en realidad lo que había presentido podría convertirse en
realidad.
Para
entonces, comenzó la semana siguiente, el lunes, martes y miércoles, llovió
fuerte los días estuvieron tristes, había mal tiempo, no pude salir a verla.
El viernes
28 ya el tiempo mejoró y me preparé para ir en busca de ella, quería
escucharla, sentía esa necesidad, adorné un regalo que le compré y me destiné a
buscarla.
Caminé las
escasas cuadras y cuando llegué mi impresión fue grande, no estaba, me dije a
lo mejor hoy no vino a trabajar, es su día de descanso, le pregunté por ella a
la señora que en ese momento estaba ahí y me respondió: No, ya no trabaja aquí,
ella se fue…..
De pronto
enmudecí y recordé lo que ya había presentido y se lo había dicho, me quedé
pensando y sentí una gran tristeza, regresé a casa sollozando, mi amiga de las
flores se había marchado antes del día que me indicó y no pude despedirme de
ella.
La perdí de
vista, no llegó a darme su teléfono, ni sus datos, desde entonces no he vuelto
a verla, creo que ella fue otro ángel en el pasaje de mi vida.
Hoy camino
por el mismo lugar, ya no existe aquel stand, ni mi amiga de las flores, no
hallo su figura, solo me quedó el recuerdo.
Mi amiga se fue,
no sé si algún día vuelva a encontrarla.
vivencialhoy.blogspot.com