domingo, 9 de diciembre de 2018

Un año que termina - Orlanda Torres


Cuando un año va a terminar muchos de nosotros nos hacemos numerosas preguntas: ¿He cumplido verdaderamente con lo que me propuse hacer este año? ¿Logré cumplir mis objetivos?  ¿Pude materializar mis sueños? 
Pienso que algunos habrán cumplido sus metas, otros habrán abandonado sus propósitos o los postergaron, pero al final algo de lo planificado se habrá realizado.
Siempre que finaliza un año se lleva muchas cosas, deseos no cumplidos, sueños alcanzados, alegrías, pero también tristeza y desconcierto de hechos que no imaginamos ibamos a enfrentar.
En ese transitar muchos amores se consolidaron, otros decidieron separarse, ese vínculo de seriedad y de respeto que se estableció se terminó y cada cual escogió su camino.
Hubo amigos que nos acompañaron y que aún siguen con nosotros, pero otros decidieron distanciarse.  Algunos lamentablemente partieron para siempre y esperamos en algún momento poder reencontrarnos.
La familia quizás pudo estar más unida, es el núcleo principal de todo ser humano, el eje que nos moviliza y nos motiva. Algunas lamentablemente se distanciaron, hijos que compartieron con sus padres, pero algunos decidieron escoger su camino de vida y otros simplemente los olvidaron. 
Cada año guarda su misterio y se lo espera con mucha algarabía, no sabemos exactamente como nos recibirá el próximo, hacemos todo lo que está a nuestro alcance para que sea próspero y nos llene de bienestar.
Hacemos cada año una maleta cargada de promesas y de propósitos, pero desconocemos realmente si todo aquello pueda materializarse. Es el deseo de todo ser humano cumplir la meta trazada, pero solo el destino conoce su misterio y él es el encargado de revelarlo con el transcurrir del tiempo.
Lo que importa es esperar cada año con una buena actitud, no le sueltes la mano a la esperanza, llénate de propósitos y sueños  que alimenten tus días, piensa  siempre positivamente y manten el deseo vivo de que tus sueños si se pueden alcanzar, lo más importante es ponerle acción a todo lo que hayamos visualizado y realiza lo que desees siempre en el lugar que te brinde bienestar y reafirme tu esencia como ser humano.
Proponte ser feliz y llevar a cabo todo lo que anheles, no te pongas límites y simplemente provoca tu propia dicha, recuerda que tu defines tu propia historia.
Que el año que está próximo a comenzar traiga para todos la dicha anhelada, que podamos ver nuestros sueños cumplidos, disfrutemos la vida, los seres que amamos, soñemos como niños, desdibujemos la tristeza, preocupémonos menos, démosles importancia a las simplicidades que nos brinda la cotidianidad, seamos más humildes, solidarios, pero sobre todo más humanos.
Recordemos que mientras más sencillos somos, demuestra que escondemos un ser humano verdaderamente grande y valioso.

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