jueves, 6 de julio de 2017

REFLEXION - Orlanda Torres


Muchos de nosotros en algún momento nos hemos visto amenazados, quebrados, débiles y es ahí donde hemos aprendido a apreciar las simplicidades, el reconocer que cada mañana es un regalo divino donde debemos reencontramos con Dios y darle las gracias por un nuevo día y un nuevo comienzo, y en cada amanecer debemos prometernos ser felices y olvidar los actos negativos, dejar los odios, las guerras  que separan familias, que producen muertes innecesarias, disconformidad, separaciones y pérdidas irrecuperables.

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