Solo
el tiempo es el encargado de ubicar cada cosa en su lugar, nos da respuestas
inesperadas y también anheladas.
Cuando
sucede algo que marca nuestra vida, queda impreso, duele al principio, luego
deja de doler, aunque no desaparece, pero el tiempo ayuda a canalizar
adecuadamente nuestro sufrimiento, y mitiga el dolor, por eso es necesario
darle su respectivo valor y espacio.
En
la vida las cosas buenas, solo se presentan una sola vez, nos dejan gratos
instantes, a veces fugaces y efímeros.
Aprende
a valorar también esos instantes, porque después será demasiado tarde.
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