Cuando creemos verdaderamente en Dios, no hacemos daño
a los demás, nos queremos, nos respetarnos y nos ayudamos entre nosotros,
porque Dios es Amor, no utilicemos la palabra “Dios” para cerrar un trato o un
negocio con la típica expresión “Dios me los bendiga”, mientras por detrás, se está
haciendo un perjuicio o un engaño, queriendo justificar con esa expresión los
pecados y los malos actos. Considero que todo ser humano que utilice este
mecanismo tan reprochable y mezquino, es porque ha perdido sus escalas de
valores.
Algunas personas utilizan inadecuadamente su nombre
para hacer daño a la humanidad y así pretenden ocultar su maldad y perversidad.
Respeto a las personas que verdaderamente creen en
Dios y las que publican Salmos porque muchas de ellas saben su verdadero
significado, este acto nos permite alabar y agradecer a Dios. Creo en él y en
el gran poder de la oración y que existe
un ser supremo, que desea el bien para sus hijos, debemos de confiar en él y en
sus muestras de amor hacia nosotros , por eso es necesario extender una mano aquellos que nos necesitan y nunca lastimar a nadie.
Cada persona sabe cuándo siente la inmensa necesidad
de conversar con nuestro Señor, y dónde hacerlo, esa comunicación tan
transparente con él, debe ser un acto de profunda transparencia, respeto y admiración.
No olvidemos que existe un Dios omnipotente,
omnipresente, y omnisciente y que su presencia siempre está muy cerca de
nosotros.
Confiemos en nuestro creador y sobre todo nunca perdamos la fe y la esperanza.
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